Parece que tiene que ser claro quién tiene que presentar factura en este país y quién no. Sin embargo, nada es fácil en el árduo y enmarañado sistema tributario español, por tanto, a continuación intentaremos explicaros los aspectos más importantes.
¿Quién está obligado a emitir factura?
Los empresarios y profesionales en el desarrollo de su actividad y por los pagos recibidos de los clientes con anterioridad a la realización de las entregas de bienes o prestaciones de servicios (las famosas “entregas a cuenta”).
Y ¿existe alguna excepción? Pues claro, que sería una ley sin excepciones, entre otras:
Servicios de hospitalización o asistencia sanitaria
El transporte de enfermos o heridos
Las entregas de terrenos rústicos
Las segundas y ulteriores entregas de inmuebles, una vez terminada su construcción
Los empresarios o profesionales dentro del régimen especial del recargo de equivalencia
Los empresarios y profesionales con actividades acogidas en el régimen especial de agricultura, ganadería y pesca.
La obligación de expedir factura se puede cumplir emitiendo una factura simplificada, ¿cuándo la puedo utilizar?
Cuando su importe no exceda de 400 € (IVA incluido)
Cuando su importe no exceda de 3.000 € en los siguientes casos (lista reducida):
Ventas al por menor
Ventas o servicios de ambulancia
Ventas o servicios a domicilio del consumidor
Transportes de personas y sus equipajes
Servicios de hostelería y restauración.
Servicios de salas de baile y discotecas
Servicios de peluquería e institutos de belleza
Revelado fotográfico
Servicio de tintorería y lavandería
¿Y el cumplimiento siempre debe hacerlo el empresario que desarrolla la actividad?
Pues no, la obligación de expedir factura puede realizarse por el destinatario de las ventas o prestaciones de servicios o por terceros; siempre y cuando la normativa tributaria así lo diga .
Como conclusión podríamos decir que TODO empresario o profesional debe emitir factura o factura simplificada por las entregas de bienes o prestaciones de servicios que realiza, incluso en aquellas ocasiones en las que recibo un dinero a cuenta.